- Exposición: El modernismo
- Artes decorativas
La excelencia técnica y la innovación fueron un distintivo en las artes decorativas de la época modernista. En este capítulo, encontraremos algunos de los principales diseñadores y fabricantes que trabajaron con objetos de cristal, joyas y cerámica.
Para añadir capas de textura y esmaltes a los elementos decorativos, los ceramistas y vidrieros de la época a menudo introducían las piezas en los hornos muchas veces. Las técnicas históricas se recuperaron y se inventaron otras nuevas, como la fórmula de vidrio favrile, patentada en 1894 por Louis Comfort Tiffany (1848-1933), hijo del famoso joyero Charles Lewis Tiffany.
Durante una visita al Museo de South Kensington de Londres en 1865, a Tiffany le impresionaron e inspiraron las piezas de cristal romanas, sirias y medievales. Tiffany consiguió las brillantes superficies iridiscentes del vidrio favrile introduciendo óxidos metálicos en el vidrio fundido. Sus creaciones de vidrio posteriores son algunos de los objetos modernistas más famosos del mundo.
La ventana de Tiffany Studios que se muestra a la izquierda forma parte de la colección del Museo Metropolitano de Nueva York. Fue diseñada como una conmemoración a la familia Frank de Nueva York, y se instaló originalmente en un mausoleo de un cementerio de Brooklyn. El tema del Río de la Vida prevalece en los diseños que creó Tiffany para trabajos conmemorativos, y los años 1900-1910 fueron el culmen de la producción de vidrieras eclesiásticas en Tiffany Studios.
Emile Gallé (1846-1904) fue un vidriero, ceramista y diseñador de muebles francés que se convirtió en una de las figuras más influyentes del modernismo y de las artes decorativas francesas. Nacido en Nancy, estudió botánica y mineralogía en Alemania antes de encargarse de la fábrica de vidrio y cerámica de su padre en 1874.
En la Exposición Universal de París de 1889, las innovaciones estilísticas de Gallé en vidrio con camafeos tallados y pasta de vidrio fueron muy aclamadas. La École de Nancy, cuyos fundadores fueron entre otros Gallé, Louis Majorelle, Victor Prové, Eugene Vallin y los hermanos Daum, produjo muebles, objetos de cristal, piel, cerámica y textiles. Esto apuntaló la declaración de Nancy de ser uno de los centros clave del modernismo.
Los joyeros crearon exquisitas piezas para sus clientes, como gargantillas, colgantes, brazaletes y pendientes. Estos objetos estaba a menudo esmaltados e incorporaban materiales semipreciosos, como marfil y carey esculpidos. A menudo se observan piezas modernistas inspiradas en la naturaleza con dibujos de hojas, orquídeas, lirios y mariposas.
El joyero francés René-Jules Lalique (1860-1945) fue uno de los artesanos más renombrados del modernismo. Lalique, que se formó en París y Londres, fue un caso excepcional porque no provenía de una dinastía establecida de joyeros.
Habiendo establecido su reputación mientras trabajaba para las famosas casas de joyas de Cartier, Jacta y Boucheron, Lalique pasó a encargarse del talle del joyero parisino Jules Destape en 1885. En sus lujosas piezas utilizó materiales como el marfil, cuernos, cristal y piedras preciosas de vivos colores.
Los insectos, flores y ninfas de Lalique fueron motivos modernistas por excelencia con formas exquisitamente detalladas y delicadas. Lalique trabajó para clientes privados como Sarah Bernhardt y para muchos de los comerciantes de joyería fina de París.
Al igual que con los objetos de cristal y las joyas, los mejores ceramistas modernistas experimentaron con nuevas formas y técnicas de esmaltado innovadoras. La arcilla maleable fue el medio perfecto para conseguir las formas características de la estética modernista.
Entre los artistas más notables de Europa en adoptar esta técnica se encontraban Brantjes y Rozenburg en los Países Bajos, Meisenthal y Koepping en Alemania, Zsolnay en Hungría, y Harrach y Loetz en Bohemia y Escandinavia.
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